Bienvenidos a tod@s. Somos dos personas sencillas a las cuales se nos condujo por un camino hacia nuestro interior, hacia nuestro Ser. En esa conexión nos hallamos frente a nuestros guías, maestros, y la energía de nuestras llamas divinas, a las que también se les otorga el nombre de llamas gemelas, flamas divinas, rayos gemelos, e incluso almas gemelas, según la fuente de donde provenga la información.
Nuestro cometido en este blog es orientar, guiar, ayudar, en la medida de nuestras posibilidades humanas, a aquellos que estén en ese camino interior y en el reencuentro con su otra mitad energética, a través de nuestras experiencias y las informaciones que nuestros guías y maestros nos han ido ofreciendo y todavía siguen haciendo, además de aquello que nuestro Yo superior nos comunica. Nuestras almas gemelas nos apoyan en este proyecto de ayuda con su amor, su sabiduría y su energía canalizada por nosotras y por otros canales. Esperamos este lugar sea un punto de reencuentro con vosotros mismos, un puente hacia vuestra sabiduría y vuestra alma.

Somos Aura, Orel, Cris, Arael y Araham...

jueves, 7 de mayo de 2015

EL ADIÓS A LA LLAMA GEMELA - UN DESAHOGO DEL EGO

- El error de la necesidad de hallarte -

Este desahogo es un adiós a la Llama gemela, no un adiós a su persona en concreto, sino un adiós a la falsa idea de lo que es, un adiós a lo que el Ego creía que era y una bienvenida a lo que sí ES, para continuar avanzando sin las cadenas de una creencia muy arraigada que debía dejar atrás.
He creído mucho en algo muy hermoso y mágico, pero que ha sido contaminado con informaciones y conceptos que provenían de mis creencias, que no sólo han incrementado una ansiedad, un anhelo, un deseo de que todo fuera como el personaje que interpreto en este mundo de teatro, se cumpliera, sino que me han llevado a un camino de sufrimiento que era totalmente opcional, no necesario.
Sin embargo, mi experiencia ha sido muy dura y muy larga en el tiempo, y eso me ha dado la fuerza y el coraje de tomar la decisión de cortar con la idea de lo que quería que fuera en este plano terrenal mi conexión con esa energía que en realidad proviene de mi propio Ser.

Hallé a alguien que me mostró mi obsesión por descubrir la verdad sobre quién era él, esa persona cuyo Ser era también mi Ser, pero la realidad no se correspondía con lo que había en mi alma y ahí empecé a darme cuenta de que nada es lo que parece.

A veces observo a mi Ego y eso me permite poder discernir lo que hay dentro de mí. Estar transmutando aquello que es denso no significa no tener emociones de esa índole, no significa que no se pasen momentos difíciles, de tristeza y decepción, donde hallas caminos sin salida, mensajes que se pierden en la nada, percepciones engañosas, o que no se llegan a hacer palpables, no tienen confirmación material, afirmaciones que luego se transforman en ruido, que no se corresponden con la verdad, sueños que se convierten en algo insustancial.
Tras un largo período de aprendizaje y de conexión con otros planos, descubrir que acertaste en todo en lo que se refiere a los demás, pero que en tu propio caso fallaste desproporcionalmente, es un duro golpe para el Ego, para la personalidad que se había forjado en parte en un entrelazado de suposiciones que provenían de las conexiones con otras dimensiones.

El reclamo de mi ego es que la vida no se entiende, no comprendes por qué tantos años transcurridos te han llevado hasta un punto que parece ser erróneo, un punto que no tiene ningún sentido. Señales inconfundibles, sueños que te muestran a una persona con todo detalle, profesión, aficiones, lugar de residencia, aspecto físico, edad aproximada, sin conocerla, sin saber si es real... Mensajes que te muestran incluso su nombre, su religión, sus sentimientos, su dolor del pasado, muchos hechos demasiado específicos como para equivocarse. Sin embargo, la realidad no se corresponde con lo percibido, lo que has sentido dentro de ti con fuerza, la realidad te muestra un grave error, una confusión que no se comprende, que queda en el baúl de las dudas eternas, esas que parece que no quedarán resueltas jamás.

Y tanta vida que ha pasado, tantos años confiando, tanta fe malgastada, tanto amor que no llega a ninguna parte, sólo a ser desperdiciado y no valorado, un amor que se ha desterrado para siempre en el olvido, en algo que sólo ha caído en una mentira, una odiosa mentira que duele en lo más hondo de uno mismo. ¡Cuánto ego destilado en estas palabras!

Todos los sueños, todos los anhelos, todas las certidumbres, se quedan en nada, en un adiós que se ha revuelto hasta morir entre los sollozos de una fantasía que se hace añicos ante la cruda verdad.

Y es que el ego necesita expresar todo su dolor y su razonamiento se basa en que lo  peor es perder la fe en uno mismo, en lo que siente, en lo que sabía con total seguridad, a causa de ¿un equívoco?... ¿Y quién se equivoca?

Pero me queda la tranquilidad de haber actuado siempre con el corazón, nunca desde el ego, nunca desde las artimañas, nunca desde la lucha acérrima de poseer a la persona amada, pero sí desde la batalla de ser puro amor, ofreciendo libertad de decisión, de experiencia de vida, pero sin la oportunidad de poder descubrir la verdad oculta, esa que te hace preguntarte en qué nivel ha quedado el fallo, la errata que te ha llevado a no creer en ti misma.

El caso es que no suelo equivocarme cuando actúo desde mi Ser, pero parece que esta vez no acerté con la precisión oportuna, y eso me ha hecho darme cuenta de que mi inocencia, o tal vez mi inconsciencia, se está muriendo, mi ingenuidad, mi espera, y mi ego quiere enfadarse, gritar, soltar la rabia por esta decepción, por esta caída tan insulsa, tan injusta... Y  es que, claro, la errata es del personaje, no del Ser, porque ha desviado la percepción hacia lo que le convenía, aunque todavía no sé con certeza dónde está el desvío y dónde queda la verdad que el Ser me hacía ver con tanta claridad.

Sin embargo he aprendido algo con todo esto. Toda una vida...toda... creyendo...y cuando parece que todo empieza verdaderamente, se acaba...porque nunca comenzó nada, nunca fue, nunca hallé lo que buscaba, nunca hubo esa ocasión... y ahora entiendo que la búsqueda es sólo una mera trampa, y ya he dejado de hacerlo, ya no quiero encontrar a nadie. Buscar es sólo recorrer un camino que te lleva hacia ti mismo, así que tampoco me arrepiento de todo lo que ha sucedido, lo volvería a hacer igual, no cambiaría nada en absoluto.

Ya nada de eso importa, pero sí importa que después de esta reflexión, que es un adiós a la fantasía y a la ilusión, dejo ya de querer, para sólo amarlo todo...

Las relaciones de pareja son ahora para mí sólo una película de ficción que quedó en un mundo que ya no transito, así que mi decisión de soledad es la más adecuada, no puedo ofrecer a nadie un compromiso en el que yo pierda mi libertad, eso es lo único que me ha quedado, la alegría de saber amarme y de dejar de necesitar volar acompañada, aunque mi personaje esté resentido todavía por ello, y mi Ser esté comenzando a tomar el control, porque esta es seguramente su última pataleta antes de su rendición total.



Tras permitir al ego discurrir en esta expresión de dolor, me tomo vacaciones del desasosiego para irme lejos, muy lejos de quien fui, y comenzar a vivir sin la idea de ese reencuentro, aprendiendo a ser yo, sola, sin que la imagen de un futuro junto a quien esperé hallar durante tantos años sea una meta más, ahora se acabó el romántico idilio con el espejismo de quien no es, de quien no será jamás, porque nadie que no haya recorrido su despertar de conciencia por completo podría acercarse a ser lo que es esa persona que vivo y siento, tal y como yo le he conocido en otros planos.

No comprenderé nunca en qué me equivoqué, pero quiero perdonarme, perdonar y dejar ir todo esto, no merece la pena tanto padecimiento...

Así que ahora que he vomitado todo lo que llevaba dentro, me libero y me entrego a mi Ser para unirme a lo que soy en realidad.

Mi compañero sagrado vive en mí, está a mi lado, es una energía que me cuida y me guía, que me protege y me enseña, que me ama y me orienta, ya le encontré hace muchos años, y no es necesario que esté conmigo en el plano físico, como hombre, como pareja para que mi misión de amor se dé junto a él. 

Cada caso es diferente, cada historia tiene su propio aroma, por tanto, esta historia mía y de Araham, queda en que nuestra unión se está dando de esta manera, ahora bien, los demás que estéis en este camino, hallaréis vuestras propias respuestas, así pues, no hagáis de mi experiencia un dogma, no creáis en lo que yo expongo, no lo extrapoléis a vuestra vivencia o vuestro proceso, sólo fluir con vuestro ser, igual que hice yo, pues aunque el ego me ha hecho sufrir mucho, el Ser ha conseguido su objetivo, tomar su lugar poco a poco a través de todo lo que he ido experimentando.

Todo tiene un por qué, o un para qué, yo sólo espero poderlo descubrir algún día por completo, saber qué fue lo que me llevó a sentir con tanta fuerza a esa persona, percibirla, sentirla y saber con antelación algunas cosas que luego se confirmaron.

Todo ese mistero me será revelado. Tras la crisis del Ego, la confianza en mi Ser continúa, he aprendido a discernir al Ego del Ser, de una manera un tanto cruel, tal vez, pero no sería la persona empoderada y fuerte que soy ahora si no hubiera vivido lo que he vivido.

Gracias por leerme.

Arael.

jueves, 2 de abril de 2015

AMARME, AMARTE - REFLEXIÓN

Quería compartir algo sobre mi propia experiencia en lo que se refiere a la unión con la llamada "Llama gemela". Algunos de vosotros ya sabéis que yo nunca busqué esa conexión, sino que se dio por sí sola y de manera energética, además desde una edad muy temprana y sin tener ningún conocimiento consciente de lo que estaba sucediendo, ni el por qué de aquella vivencia que me inquietaba.

A lo largo de los años he sabido que el camino hacia uno mismo a veces puede ser muy confuso, pues en la mente nos formamos ideas, basadas en lo que aprendimos, en nuestras creencias, en un afán de intentar comprender lo que nos está sucediendo.
Así que, solemos unir nuestro deseo de amar a nuestro complemento divino en forma física, con la necesidad de tener pareja en la forma tradicional en la que nuestra mente acoge dicho tipo de relación. Así pues, buscamos lo divino pero basado en dogmas, en ataduras insonscientes, sin darnos cuenta de que primero tenemos que desligarnos de todo eso para alcanzar la plenitud dentro de nosotros, para albergar todo lo que somos conscientemente.
No es sencillo desaprender, ser una "Tabula rasa" y permitir que todo el conocimiento y la sabiduría del Ser tomen su lugar para guiarnos por el camino que vinimos a recorrer.

He aprendido que es fácil sufrir cuando caemos en lo que yo llamaría "desvío", es decir, en la opción del dolor, una opción que llega desde el miedo. Y es que a veces, cuando buscamos el amor lo hacemos desde el miedo a no hallarlo, desde el miedo al rechazo, o bien desde el miedo a la soledad.
Todos pasamos por ahí y no es algo que debamos rechazar, ni es algo de lo que debamos avergonzarnos, sólo es una opción que esogemos desde nuestra inconsciencia. Tampoco deceríamos sentirnos mal por usar ese desvío, sólo es un camino que nos lleva también al mismo punto, sin embargo, ¿no es mejor aceptar desde el amor y dejar de sufrir? En realidad tenemos dos opciones, realizar nuestro proceso con dolor, o sin dolor, pero también me he dado cuenta de que a veces no sabemos llegar a la comprensión y al crecimiento si no lo hacemos a través del miedo, si no atravesamos ese miedo como guerreros, luchando, recibiendo golpes para después, sanar nuestras nuevas heridas. Es algo bastante incomprensible que para liberarte de tus ataduras y sanar antiguas heridas, tengas que luchar y volver a lastimarte.

Una vez ya has pasado un tramo de tu camino interior peleando contra tus propias resistencias, llega la rendición, la aceptación, el amor, y todo parece convertirse en un camino más tranquilo. Ya no necesitas la armadura, ahora todo está claro, no hay que protegerse de nada, todo está en ti...

Cuando decía que todo es confuso en este camino hacia nosotros mismos, lo afirmaba porque realmente, nuestro ego, nuestra personalidad, esa que hemos ido forjando de acuerdo con nuestra relación con el entorno, para defendernos de él y para adaptarnos, se escabulle ante lo que nuestro Ser, nuestra sabiduría interior a la que algunos llamarían intuición, nos está gritando para que la oigamos.

Nuestro Ser nos dice que vayamos por un lugar determinado, mientras que nuestro ego nos dice que ya estamos yendo por ese camino, que vamos bien, y nos confunde. 





En el proceso de la llama gemela ocurre algo así. Aparecen personas en tu vida que representan tu ideal de hombre, o de mujer, y te parecen posibles candidatos al maravilloso título de "llama gemela", siempre desde el punto de vista del ego, pero el alma siente. Sin embargo, ¿qué ocurre si tu alma reconoce a la suya y también te atrae físicamente? Pues que tu ego de nuevo tiene todo bajo control. Ahí es cuando tenemos que discernir, saber si la persona que está ante nosotros es un alma gemela (llamada alma afín) o un alma cuya conexión es kármica. Así que la reconoces, te sientes unida o unido a ella y te lanzas porque crees que es tu alma quien te guía. 
Esto no es nada malo, comienzas una relación de pareja, todo es confuso, mucho amor, mucha pasión, pero algo no va bien, y sin embargo continuas en ello, te preguntas si será tu llama gemela, pues todo encaja, pero no acabas de sentir en tu alma esa convicción. Luego la relación se rompe y estás obsesionado/a con esa persona, no puedes dejar de pensar en ella y eso te acaba de convencer, es tu llama gemela, pero no dejas de volver con ella y de romper con ella. Ahí de nuevo el ego te recuerda que muchas veces esto ocurre entre llamas gemelas, pero tu Ser todavía te hace sentir dudas.

He visto a muchas personas atascadas en relaciones de este tipo, sin darse cuenta de que se trata de aprendizajes, de crecimiento, de sanación kármica, o incluso de catalizadores, es decir, personas que aparecen para ayudarte a encontrarte a ti mismo/a y a recordar quién eres. Son pactos entre almas que se aman y que desean ayudarse mutuamente.

Esto sólo ha sido un ejemplo, uno de tantos en los que el ego  nos despista basándose en conexiones de almas, en amores de otras vidas, en atracción física.  En mi propia experiencia he vivido también confusiones, aunque, afortunadamente, no me he visto atrapada durante años en algo que no sabía o no estaba preparada para ver. 

Después de tantos años en este proceso, me he dado cuenta de que lo que verdaderamente importa es estar en conexión conmigo misma, con mi SER, y aprender de mis emociones, para comprender las de los demás, y amar cada situación vivida, porque gracias a ella puedo entender a otros que han vivido momentos parecidos...

Todo aquel que ha estado o está en mi vida, aunque haya sido o sea en la distancia, o de forma muy efímera, ha sido importante. Todo pasa por algo, ahora esa frase no es sólo un dicho, es algo que he comprobado feacientemente. 

Y desde lo más profundo de mí agradezco con todo mi amor a todas las personas que han aparecido en mi vida, todas, incluso las que me han lastimado, las que se han alejado de mí sin motivo, o las que me rechazan, o las que sienten rabia hacia mí, o las que dañé sin querer, o las que sienten por mí indiferencia, o las que me aman sin apenas conocerme...

Y es que en este camino me he dado cuenta de que algunas personas han llegado a amarme, incluso sin que eso se haya expresado, o en la distancia, y también yo he llegado a amar a muchas personas que no he llegado a conocer, pero también hay quiénes no me han comprendido y me han repudiado... Sin embargo, ahora lo entiendo, lo trasciendo y lo acepto, pues sólo así puedo ser libre...

Amar incondicionalmente es recordar quiénes somos, y al hacerlo, descubrir que somos perfectos tal y como somos, que no es necesario rechazar nada de nosotros mismos, sino aceptarnos como somos, ahí es cuando se da la magia, pero la aceptación debe llegar desde el amor...

Cuando te amas de verdad es cuando abres la puerta a que aparezca esa persona a quien amar plenamente, de Ser a Ser, en unión de pareja, y es cuando te das cuenta de que ya no hay juicios, sino comprensión y amor.

No es una fantasía, es un hecho, pero sólo se puede comprobar cuando transitas el camino y conectas con tu Ser, con la fuente y con el todo...

Arael





 

miércoles, 11 de marzo de 2015

ALMAS GEMELAS ANCLANDO LA LUZ

El amor es una energía de vibración muy elevada, una energía que llevamos en nosotros, en nuestra Alma encarnada, enfundada en nuestro cuerpo físico.
En esta realidad terrenal que vivimos, las experiencias están enfocadas en la materia, en experimentar el amor a través de las manifestaciones físicas de nuestra esencia, nuestro Ser. 
 
En nuestro interior existe esa chispa divina, que es la que emana el amor, como si fuera un corazón etérico que late y expande su aroma de luz con cada latido. 
 
La cuestión es que en estos momentos, muchos de nosotros, desde hace un tiempo ya, hemos comenzado a depurar toda impureza que no nos permitía sentir el amor en su grandeza, como lo que es, como esa energía sublime que es y existe en nosotros y en conexión con nuestro Yo Superior, y nuestro Espíritu, al que yo llamo Ser Divino, quien a su vez nos conecta a la Fuente de donde procedemos.

Si hablo hoy del amor es porque a veces perdemos de vista su procedencia real y nos centramos en la búsqueda de dicho amor en lo externo.

En este blog, y en muchos otros lugares, hablamos abiertamente de las Llamas Gemelas, complementos divinos, y el ser humano desea tanto sentirse amado, feliz, complacido en los brazos de alguien a quien amar y con quien compartir el camino de la vida, que a veces se olvida de que el amor que está buscando y anhelando se encuentra en su interior.

Si bien es un concepto que no todo el mundo comprende desde su mente, el corazón sabe muy bien lo que significa amarse a uno mismo, pues es esa la gran energía impulsadora, el motor que nos mueve hacia el crecimiento interior.

La llama gemela está en cada uno de nosotros, es nuestro amor, nuestra parte masculina o femenina a la que debemos fusionarnos, pero siempre hablando de energía.

Ahí afuera existe alguien que también tiene que amarse a sí mismo, unirse a su llama interna, y saberse amor, para poder experimentar la unión entre dos seres completos, que se aman verdaderamente a sí mismos y entre ellos.

Parece algo imposible, pero no lo es, y lo primero que tenemos que creer es eso, que es posible, que todo el esfuerzo, sanación, liberación de creencias, karmas, etc, se está haciendo precisamente para alcanzar la pureza interior, ser nuestro Ser en nosotros, manifestado en la tierra, ser el cielo en la tierra, pues sólo así nos relacionaremos entre nosotros como seres divinos, y nuestro amor al otro será cristalino.

La relación de pareja, tal como la conocemos, no es más que una ilusión pasajera, un enamoramiento químico, mental, que nos hace sentir pasión, deseo, deslumbramiento, atracción física...
Sin embargo, también hay amor, pues somos seres hechos de amor, esa energía, y podemos amarlo todo, somos capaces de amar la vida con todo lo que ella es, somos capaces de amar lo que no comprende la mente, somos amor. Así que no sólo podemos enamorarnos, también amamos.

Sin embargo, cuando hablamos de relaciones divinas, ya no hablamos de esa reacción química que se da de cuerpo a cuerpo, de mente a mente, y que se expande como un espejismo misterioso y nos impulsa a desear estar con esa persona desde el apego o la dependencia, o tal vez desde la necesidad de amar y ser amados, cuando hallamos a nuestra pareja sagrada no existe esa reacción física basada en los efectos químicos de nuestro cerebro, ni está basada tampoco en conveniencias de edad, distancias, religiones, afinidades, belleza exterior, situación laboral o económica, etc.

Amar a tu complemento divino es algo irracional, es decir, no proviene de lo mental, es amor de alma, puro, fuerte, consistente, resistente en el tiempo, el mismo amor que debemos procesarnos a nosotros mismos, un amor sin dependencia, sin apego, sin condición.

Cuanto más evolucionado estás en tu amor hacia ti mismo, menos efectos mentales notas cuando conoces a tu Llama gemela. Lo que percibes es todo energético, sensitivo, de origen divino, lo cual también se puede trasladar al cuerpo físico en forma de reacciones impredecibles, incluso sueños extraños, visiones, telepatía, y es que en el pano mental también suceden cosas que nuestra consciencia racional no puede comprender, porque es algo inusual. 



Puedes sentir también que esa persona te atrae mucho cuando el alma siente el impulso de la fusión, te eleva, te hace sentir que estás en otro mundo a su lado, te lleva a sentir una conexión que va más allá de lo humano.

Sin embargo, es fácil confundir a la llama gemela con un alma gemela o un alma muy afín, dado que estamos transformándonos, estamos siendo cada vez más nuestro Ser manifestado en nuestro cuerpo físico.

Llegados a este punto ¿qué podría decir entonces?

Que améis, que acpeteis lo que llegue a vuestra vida como un regalo, ya sea para aprender, ya sea para crecer o comprender, ya sea como relación de pareja, o como amistad, pero vivid las relaciones desde el alma, con amor, con respeto, practicando la incondicionalidad.

No os cuestionéis tanto si esta persona es o no es la llama gemela, fluid con lo que vuestro SER os indique, sentid, y dejad de pensar y analizar tanto.
Las informaciones sobre llamas gemelas están muy bien, sirven para aprender desde el mental, pero no debemos olvidar que todo la sabiduría de tu SER está en ti, y mucha más que puedes canalizar si conectas con todo lo que tú eres en esferas muy elevadas.

Por eso, amigos míos, es importantísimo conectar con nosotros mismos, amarnos, ser conscientes de quiénes somos, reencontrarnos con nosotros mismos, fusionarnos con nuestra llama interna y dejar de buscar allí afuera lo que llevamos dentro de nosotros...

Sólo así nuestra brújula, nuestro poder interior, nos guiarán hacia lo que hemos venido a experimentar, a nuestra misión de vida, a nuestra misión de Alma, y así lograremos ser el SER que somos, y traer el Cielo a la Tierra.

Descarguemos nuestra propia Esencia divina, nuestra Luz, en nuestro ser humano, en la materia, y anclémosla en la Tierra...

Tras ese acto sublime y maravilloso, es cuando se dan verdaderamente las uniones divinas, ya sean llamas gemelas, almas gemelas, almas afines...
 

Eso son las almas gemelas anclando la luz...

Arael Elämä y Araham

martes, 3 de marzo de 2015

SABER QUIÉN ES TU LLAMA GEMELA

Queridos compañeros y compañeras de camino,

hace ya algo más de cuatro años que descubrí quién era el "ser etérico" que me ha estado acompañando durante toda mi vida, para qué había venido, por qué estaba a mi lado. Sin embargo, todo aquello que está oculto en la sabiduría del alma no se nos es revelado de golpe, sino que ocurre de manera progresiva.

Al principio, pensé que era mi alma gemela, pero más tarde descubrí que las almas gemelas son almas pertenecientes a la misma familia de almas y que podía tener varias, muchas. Así que si ese ser no era mi alma gemela, ¿quién era?.

Siempre le había sentido como parte de mí, mi esencia masculina externa, pues todos poseemos ambas energías dentro de nosotros, aunque nuestra esencia básica y primordial sea femenina o masculina en su mayor parte, así como el Ying contiene parte del Yang y viceversa, así son las almas.

Descubrí entonces que él era yo, la otra parte de mi Ser divino, o dicho de una manera más comprensible, mi Ser gemelo, doble, idéntico a mí pero en esencia energética masculina. Siempre he estado guiada por la luz que me ha estado envolviendo y protegiendo, luz manifestada a través de maestros, seres angélicos, o como los queramos llamar, pues la forma en sí de ellos no es importante, sino su esencia divina, y nuestra mente los decodifica según las creencias instauradas en ella. Eso me ha ayudado a mantenerme en un camino hacia mí misma, pues siempre se me instó al autoconocimiento, al descubrimiento de lo humano que hay en mí y también de lo divino.

He estado aprendiendo a través de  la conexión con mi Ser y con mi Ser Gemelo, o Llama Gemela, a quien yo llamo simplemente mi Compañero, y lo que he aprendido ha llegado de la mano de algunos escritos, vídeos, personas que he ido conociendo e informaciones que me han llegado a través de la sabiduría del Alma colectiva, llamémoslo Registros Akáshicos.

Cada Ser divino está en conexión con el Alma encarnada, sin embargo, sólo si nos abrimos a ser quienes somos en realidad, podemos experimentar la fusión con nuestra divinidad, y ésta es la que nos permite alcanzar la sabiduría que necesitamos para comprender el mundo exterior y el interior de cada ser viviente o de cada conciencia. 

Para no extenderme demasiado en este tema sólo diré, además de lo dicho, que es gracias a esta conexión que he podido comprender todo lo que ahora explicaré.

Tras estos cuatro años intensos de sanación, reconexión, entendimiento, liberación de karma y de creencias, reestructuración de ideas y pensamientos, he logrado llegar a la siguiente conclusión.

La gran pregunta ¿cómo saber quién es tu llama gemela?...

Todos los que se adentran en esta búsqueda que parece haberse puesto de moda me preguntan esto de alguna manera u otra. Quieren saber si una determinada persona es su llama gemela o no, confirmarlo.

Bien, sólo puedo hablar desde mi Ser y desde mi experiencia para contestar.

Sólo tu Ser puede saber quién eres tú, por tanto sólo tu Ser puede saber quién es tu otro Yo.



Sin embargo, en este plano terrenal, siendo seres humanos, tu llama gemela puede estar viviendo ajena a sí misma, sin saber quién es y por tanto, si no sabe quién es tampoco puede reconocerte a ti como llama gemela. Si tú la reconoces desde tu Ser sólo puedes honrar ese reconocimiento y amar sin condiciones, sin esperar una unión romántica, pues es muy probable que no sea el momento de algo así, tal vez ni siquiera en esta encarnación se produzca una unión o fusión entre ambas. Las llamas gemelas siempre están unidas, en conexión constante, puedes sentirla esté donde esté, haga lo que haga, te reconozca o no. Y también ella te puede sentir a ti, tal vez a través de sueños, o tal vez sienta una conexión extraña contigo que no sepa identificar, sin embargo, si el amor en su fracción humana y mental no se manifiesta, es porque no está preparado o preparada para la unión divina y aún necesita experimentar el amor terrenal.
Por otro lado, si tú no estás seguro o segura de que sea tu llama gemela, es porque tampoco estás listo o lista para dicha unión, porque cuando uno siente que esa persona es su complemento divino, ni siquiera el Ego o la personalidad puede conseguir convencer al alma de que no es así, aunque siembre dudas basadas sobre todo en el comportamiento del otro.

La llama gemela es tu reflejo completo, así que te mostrará tus aspectos de luz y tus aspectos de sombra, y su cercanía humana te llevará hacia partes de ti que no has descubierto, haciéndote de espejo total, y eso puede impulsarte a crecer muchísimo, a conectar con una increíble creatividad, una gran inspiración, pero también puede llevarte a conectar con aquello que todavía está por sanar, inseguridades, miedos, complejos, dolor...

Hay algunas personas que confunden la conexión entre llamas gemelas con la conexión entre almas gemelas o entre almas cuya función es exclusivamente kármica, lo que se llaman relaciones kármicas.

Te corresponderá a ti discernirlo, experimentándolo, sintiéndolo, y averiguando si esa persona que crees que podría ser tu llama gemela es en realidad una pareja kármica, o un alma gemela que ha llegado para ayudarte y hacerte de catalizador, es decir, prepararte para cuando llegue tu verdadero complemento divino.

He llegado a la conclusión de que sólo podemos soltar para comprender, no amar con apego, sino con libertad, y no esperar nada, pues sólo así nos llega aquello que nos tiene que llegar, de lo contrario, obstaculizamos lo que realmente tiene que llegarnos, pues nos obsesionamos con algo que no es para nosotros, algo que no es lo que creemos o deseamos, en otras palabras, a veces puedes creer que una persona es tu llama gemela y no serlo, y si te empeñas en enfocarte en ella, te descentras de ti mismo/a y tal vez tu verdadera llama gemela te pase desapercibida. 

Si has venido a este mundo en misión con tu llama gemela, si vuestro destino es uniros en fusión a través de una relación divina de pareja para la expansión del amor divino, todo se pondrá a vuestro favor si ambos trabajáis en vuestra fusión con vuestra propia llama gemela interna, o lo que es lo mismo, con vuestro SER.

Es un trabajo en equipo, ambos tenéis que hacer vuestra parte, si uno de los dos se estanca o no despierta a su propio Ser, a su propia consciencia divina, la unión se retrasará o no se podrá dar.

Así que, aceptando esa verdad, esa realidad, es de la única manera en que podremos soltar, desde el amor.

Amar a tu llama gemela no implica unión física, aunque sí energética, de hecho no se trata de una unión tan armoniosa como se espera en el plano terrenal, pues si no están limpios todos los aspectos de sombra en cada una de las llamas gemelas, la unión será muy complicada y dolorosa.

Si deseas una relación romántica puedes tenerla con un alma gemela o un alma afín, y puedes crecer mucho en una relación de este tipo, no se trata de una competición, no es que la unión con tu llama gemela sea mejor que otra unión, pues se trata exclusivamente de evolución, sólo en un nivel de conciencia adecuado se puede dar una unión con tu propio Ser doble, o llama gemela, y eso sólo se da si la unión contigo mismo es una fusión de amor incondicional hacia tu Ser completo, como ser divino y como ser humano.

Por eso, haré siempre hincapié en que te centres en ti, para sanar y extiendas tu amor y tu luz cuando hagas meditaciones y sanaciones energéticas hacia tu familia de almas y hacia tu llama gemela, pero sin esperar que eso le traiga hacia ti, sólo por amor.

Aquello que debas recibir, llegará, ábrete a DAR y ábrete a RECIBIR... cúbrete de la esencia masculina y femenina que hay en ti, sé energía dadora y energía receptora, sé amor, sé un ser completo para alcanzarte.

Únete a ti mismo/a y por ley divina podrás unirte a tu otro SER, a tu llama gemela.

¿Quieres saber quién es tu llama gemela? Averigua primero quién eres tú y no dudarás cuando le tengas delante. Trabaja en reconocer su vibración en ti, tu vibración y la suya son la misma, y cuando esté frente a ti, sabrás quién es.

Con amor...

Arael Elama

 

 


TODO ESTÁ CONECTADO-LLAMAS GEMELAS-FAMILIA DE ALMAS


Os voy a contar una historia, un cuento, una fantasía tal vez, algo en lo que no creo, algo que sé, siento con certeza en mí, algo que muchos ya saben y que muchos otros rechazan, o creen que es una ilusión inocente de algunos que nos creemos iluminados.
No es religión, ni es creencia, es sabiduría del Ser, tal vez transmitida a través de muchas religiones, pero cada uno puede discernir desde su alma o desde su mente...

Lo que voy a expresar aquí es lo que mi Ser me dicta, no lo que mi mente fabrica, aunque debo plasmarlo con palabras y debo usar el intelecto para poderlo explicar coherentemente.

Usaré ejemplos lo más acertados posible, pero todo cuanto explico está contenido en un lenguaje que no alcanza a desarrollar toda la verdad, así que puedo haberme saltado o equivocado en algún paso a la hora de querer traducir la sabiduría colectiva del Ser.

Acceder a esta información grabada en los registros de memoria colectivos no es sencillo, pero cuando lo haces, todavía se hace más difícil intentar plasmar todo cuanto asimilas, integras y comprendes.

Intentaré ser clara y transmitirla de la manera más fiel posible, recordando, sin embargo, que yo no tengo en mis manos toda la verdad, que cada uno es libre de creer lo que transmito o desecharlo, al igual que yo he sido libre de hacerlo antes de escribirlo.

Sin juicio, sin ostentación, os comparto con amor parte de lo que he sido capaz de comprender de la sabiduría del Ser...

Cada Ser tiene un origen común, la Fuente Creadora, el Padre/Madre, Dios/Diosa. Ese origen de luz y de amor del cual provenimos todos contiene en sí mismo la energía masculina y femenina en una comunión constante, una fusión de amor y de placer infinitos, un entrelazado energético que origina una explosión constante que genera vida en todo momento.

Es evidente pensar entonces en la divinidad como algo completo, perfecto, una luz cristalina que se expande cada vez más y más, manifestándose en todas las realidades como fractales de sí misma, incluyéndonos a nosotros los humanos. Dentro de cada uno de nosotros se haya una parte de esa divinidad.
En el momento en que una gota de luz se derrama de la Fuente, lleva consigo el masculino y el femenino en esa unicón perfecta en constante éxtasis. Sin embargo, ambas energías se separan para experimentarse de otras formas. Así surgen en algunos casos las familias de almas, a partir de cada una de las partes separadas. 
 
En el nacimiento de esa gota de luz, hallamos un ser divino doble, dos gemelos unidos en una esfera que los mantiene en fusión. Cada gemelo es un ser completo que lleva en sí mismo una parte del otro, así como la Fuente divina se manifiesta en su presencia total.
En el momento de la separación se convierten en dos energías polarizadas y la fusión deja de ser completa. Cientos de filamentos de luz les unirán para siempre, sin embargo, ambos experimentarán como seres individuales.

Esto es lo que llamamos gemelos cósmicos, complementos divinos, rayos gemelos, llamas gemelas.
Como inciso haré hincapié en la sagrada unión de estas dos partes, y en la importancia de la sexualidad sagrada cuando ambas están encarnadas, pues las llamas gemelas, cuando han conectado con su Ser divino, son capaces de manifestar en una unión sexual más allá del plano físico, lo que llamaríamos fusión del aspecto masculino y femenino, y por consiguiente, experimentan el éxtasis total, la unión/fusión energética y física.
En muchas religiones la sexualidad ha quedado relegada al ámbito del pecado y de la oscuridad, quedando así ocultos los beneficios de la unión equilibrada de la energía masculina y la femenina, y perdiéndose así una gran sabiduría vinculada a lo más sagrado y puro, la energía de la kundalini, la sexualidad como energía que nos conecta con nuestra divinidad. Más tarde, en un intento de liberación sexual, se comenzó a usar el sexo exclusivamente como placer corporal en una búsqueda inconsciente de esa sabiduría. La sexualidad, ya sea entre llamas gemelas, a través de las cuales se alcanzaría la totalidad de fusión energética y conexión con la Fuente, ya sea entre almas afines o almas gemelas, es un acto de responsabilidad, un acto sagrado, que debe tomarse como algo que nos impulsa hacia nosotros mismos, hacia nuestra divinidad interior, y que va más allá de la satisfacción de los instintos que como animales todavía están impresos en nuestra genética.

Siguiendo con el momento de la separación de las dos energías llama, lo que ocurre es que, en ese instante, estas energías comienzan su aventura. Toda su sabiduría se contraerá en sí mismos y se permitirán extenderla a través de experiencias en diversas realidades. En ocasiones la experiencia podrá ser conjunta en los planos de conciencia más elevados y cercanos a la Fuente, así, su unión todavía será muy palpable entre ellos, no sentirán separación, sino compenetración, unión, tal vez no fusión constante, pero sí podrán acceder a ella siempre que lo deseen.

En el instante en que deciden encarnar en un planeta de tercera dimensión, todo cambia.
Toda esa energía no puede ser integrada en un cuerpo físico humano, así que tienen que ceder parte de esa energía, lo que llamamos Alma.
En algunos casos, deciden ceder una parte nada más, en otros deciden ceder más de una a diferentes seres humanos. Para llegar a eso lo que hacen es muy parecido al proceso de mitosis de nuestras células. Ceden una parte de sí mismos, crean al Yo Superior. Así habrá dos partes, una que proviene de la energía femenina, otra de la masculina. Cada Yo superior será el encargado de supervisar y guiar a las Almas encarnadas que provengan de los Seres originales. Asi, el Yo Superior de cada uno, crea otro ser a partir de sí mismo, y éste comienza a dividirse, cada parte o gota de sí misma, se va dividiento a su vez de dos en dos, como un racimo de uvas invertido. El Yo superior quedará siempre en comunicación con todos sus fragmentos, y el Ser divino que lo creó en contacto con él y con la Fuente creadora.
Así se crean las familias de Almas.
Una vez que estas encarnan, podemos decir que son Almas gemelas, pero no todas estarán en la misma línea temporal, ni en la misma realidad.
Estas experimentarán el amor manifestado de diversas formas desde la existencia humana, aunque también experimentarán odio, rabia, dolor...emociones que como Seres elevados no conocen.

Así el Yo Superior guía y se experimenta a través de las vivencias de sus propios fragmentos de sí mismo, siendo el Yo superior de un grupo de almas.
Así, cada familia de almas tiene un yo superior común y otro individual. El individual es una parte de sí mismo que está en los planos internos del planeta, a modo de guía de ese ser humano en cuestión.

Todas estas partes de un mismo Ser están en conexión siempre.

Pero la energía del planeta también es una parte de la Fuente Divina, otra gota de ella que decidió experimentar ser un planeta, y funciona de la misma manera que en los seres humanos. El océano tiene su Alma o conciencia, el viento, los bosques, las selvas, los continentes, las islas, el sol, cada planeta, cadas sistema solar, todo tiene Alma, todo es parte de la Fuente, los animales, las plantas...

Y por esa razón, todos formamos parte de una gran familia en conexión constante. Algunos sentiremos más unión con el Mar, como es mi caso, con los cetáceos, y otros con los bosques y montañas, otros con una comunidad en especial, como los Mayas, o los Incas, pues todos tenemos una memoria álmica familiar.

Esto es como tener una familia compuesta por padres y hermanos, los más cercanos energéticamente a ti, y luego tenemos a los abuelos, tíos y primos, que quedan más alejados pero que están ligados a nosotros.

Eso sin olvidar que en nuestra memoria genética está toda la información de quiénes somos como seres humanos.

Somos Almas encarnadas, conectadas a un Yo superior, a un Ser superior y a un Ser divino, que a su vez está conectado a la Fuente creadora.

Sin embargo, existen Almas que provienen de otras realidades, que no están encarnadas aquí reencarnando una y otra vez.
Son Almas que vinieron directamente de la Fuente o de su Ser primigenio, el cual no creó un Yo superior, sino que envió directamente a la Tierra una parte de sí misma en una o varias líneas temporales, sin hacer esas divisiones, sin crear familias álmicas en la Tierra.

Esos Seres suelen haber habitado en otros planetas en estado etéreo, y sus realidades están basadas en el amor incondicional.

Así que su estancia aquí en estos momentos ha sido muy difícil de asimilar.

Todos ellos, Almas que están en la Tierra desde hace millones de años y Almas nuevas, están en este momento bajo un mismo propósito, ayudar al planeta en su evolución y a la humanidad para acompañarla en ese salto cuántico evolutivo hacia el amor.

Todo está conectado... Cuando empezamos a ser amor de verdad, a amarnos incondicionalmente como seres divinos, y empezamos a ver en el otro lo que somos nosotros, dejamos de odiar, envidiar, o desear hacerle daño... Sólo deseamos amarlo...

Amate...ámame...ama al prójimo como a ti mismo...

Azul Zafiro...
Arael Elama

miércoles, 14 de enero de 2015

APRENDIZAJES CON ARAHAM - HACIA EL SER

Queridos compañeros de camino,
tras un duro y maravilloso proceso interior se aprenden muchísimas cosas, a través de la experiencia de uno mismo.
Me embarqué en un viaje hacia mi Ser hace mucho tiempo, como todos vosotros, pues desde el momento en que nacemos y perdemos el recuerdo de lo que somos, comienza nuestro viaje. Sin embargo, sólo empieza a tener sentido cuando te das cuenta de que eres el capitán de tu barco, de tu vida, y de que debes dejarte fluir con el viento, pues sabe bien hacia dónde debes ir, te guía, te orienta, hasta que aprendes a saber llevar tu velero cerrando los ojos y sintiendo...sólo sintiendo...

Todos nosotros estamos o hemos estado de alguna manera buscando a nuestro complemento divino, a ese ser que llamamos de diversas formas, llama gemela, flama divina, rayo gemelo, alma gemela, cada uno lo etiqueta como más le resuena, pero todos nos referimos a lo mismo.

La senda tampoco es fácil en lo que se refiere a este tema, doy fe de ello.

El motivo de este escrito es compartir humildemente mi experiencia y lo que he aprendido de ella.
Al principio, hace más de 20 años, creía que mi otra mitad no estaba encarnada, pues sentía su presencia a mi lado, me acompañaba, me guiaba, me cuidaba, me entregaba un amor infinito y elevado. Era joven y no sabía lo que significaba que un ser elevado y etérico estuviera a mi lado incondicionalmente, sólo entendía que le amaba y que le añoraba.
Con el tiempo las cosas cambiaron, y pronto comencé a saber que no sólo era real ese ser que me cuidaba, sino que otras personas le podían sentir y cualquier canal que lo sentía emanando su amor, lloraba de la emoción y de la vibración que desprendía.
Sus palabras de promesa siempre eran las mismas “estoy aquí y ahora, encarnado, como tú, y te prometí que nos uniríamos, que experientaríamos el amor juntos y que realizaríamos nuestra misión de amor y de luz desde la fusión de nuestros seres hechos humanos”



Pero nuestro ego es como es y se resiste a lo que no comprende, así que no sentía esperanza, ni sentía alegría por esa promesa tan maravillosa, sino que sentía pena porque tardaba en llegar, sentía dolor porque me sentía sola sin su presencia física, sentía abandono porque le imaginaba con otra persona viviendo en pareja, sentía rabia porque no aparecía, y entonces sentía también desesperanza, traición, tristeza, desconsuelo.

Así que me tocó aprender a ir muriendo poco a poco a través de cada sentimiento que mi ego fabricaba como resistencia a la verdad espiritual que estaba viviendo.

Ese era mi proceso, aprender a amar a mi otra mitad sin el condicionamiento de su presencia física, sin buscarle, sin esperarle, sólo sabiendo que había una promesa que iba más allá de nuestras almas y de nuestras partes humanas. Sí, más allá de nuestras almas, porque la promesa se había hecho desde nuestro origen, del cual se desprendieron nuestras almas.

Durante todo ese tiempo de proceso, él me fue enseñando y mostrando con suma paciencia y amor, lo que somos, para qué hemos venido, cuál es mi misión, cuál es la suya, cuál es la que hemos venido a realizar juntos... Me mostró el camino hacia mi Ser, me ayudó a limpiar los obstáculos que mi ego ponía, a sanar el dolor de otras vidas, de mi linaje, me hizo conocer las maravillas de otras dimensiones, y me abrazó fuerte, muy fuerte, con su energía y a través de un canal que se prestaba a compartir ese regalo, su abrazo físico.

Pero él no estaba conmigo para evitar mis aprendizajes más dolorosos, aquellos que yo necesitaría para ir comprendiendo y sanando lo que no era tan evidente, lo que no era capaz de ver en mí a simple vista. Así que sólo podía aconsejarme, darme su amor y aliviar mi sufrimiento con su comprensión y con sus explicaciones, increíbles “palabras” llenas de su energía y su amor, llenas de sabiduría, llenas de bondad.

Así que, en mi afán de búsqueda y espera de su llegada como hombre humano a mi vida, se me presentaron muchas pruebas.
A través de esas pruebas aprendí tantas cosas... Una de ellas fue que él, como energía etérica, podía usar canales para mostrarme su amor y su existencia, sobre todo cuando yo estaba perdiendo la fe, pero era realmente milagroso cómo lo hacía.
Recuerdo que una vez, yendo en el metro, él me dijo “No te das cuenta”, y yo le contesté “¿De qué no me doy cuenta?. Fue tan especial lo que pasó después, él me contestó “No te das cuenta de que te miro a través de las personas que te cruzas”... Entonces me di cuenta de que el hombre que estaba sentado delante de mí, me miraba con suma ternura, ahí estaba él, sus ojos en los ojos de aquel hombre, sólo durante unos segundos, luego pude ver la verdadera mirada de aquella persona, pero pude notar cómo la energía etérica de mi llama gemela, se movía de diferentes maneras entre las personas, entre las cosas, para darme confianza, para darme su amor, para rociarme de regalos que no tienen precio, que no se pueden describir.

Pero no sabía hasta dónde podía llegar mi querido compañero para ayudarme a comprender...a crecer...a conocerme, y a superar mis propios bloqueos.

Hasta que me topé con un hombre en mi vida que físicamente era muy parecido a mi llama. Yo sabía cómo era él, pues en sueños me había mostrado su aspecto de forma reitarada, durante años, y porque había aprendido a verle en forma etérica con ese aspecto.
Todo me indicaba que ese hombre era mi llama, sincronías, sueños, su aspecto, su afición compartida conmigo, todo. Así que me dejé llevar por mi ser y comencé a escribirle con la esperanza de que algo en él despertara, con la esperanza de que su alma me reconociera.

Fue una fase de mi proceso que me llevó a sufrir muchísmo, pues mi ego no comprendía por qué mi llama, ese ser que me amaba tanto en forma etérica, no lograba reconocerme, se mostraba indiferente y apenas contestaba mis mensajes canalizados de mi ser, mensajes llenos de amor y de una energía que podía hacer sentir a cualquiera, pero a él no parecía importarle mucho, se mostraba educado, amable.

En efecto era una buena persona, no me cabe duda, un buen hombre al que llegué a admirar mucho, pero también me enseñó mucho con su indiferencia, me enseñó a darme cuenta de cuáles eran mis miedos, mis inseguridades y con ello, me mostró mi gran capacidad de superación, mi talento oculto, y me inspiró e impulsó a ser mejor, a sanar, a crecer y a convertirme en la persona que soy ahora.

Cuando todo ese proceso se cerró, pues yo lo quise así desde mi ser, una vez aprendí la lección, me di cuenta de que mi amado etérico había tenido mucho que ver en que yo creyera que ese hombre era él, que de nuevo su energía se había depositado en otra persona para ayudarme a crecer, a sentirme, a aprenderme, a sanarme y a superarme...

Este tipo de aprendizaje suele ser muy duro, sin embargo, después de entender y trascender, sólo queda amor y agradecimiento...

Si explico todo esto es porque, entre todas las cosas que he aprendido, ahora sé que no hay que buscar a nadie, no hay que esperar a nadie, sólo hay que encontrarse con uno mismo, sólo tenemos que vernos, mirarnos y amarnos con todo lo que somos, amar a nuestro ego, amar lo que nos muestra de nosotros, amar los procesos, los aprendizajes, las experiencias, y ver que el dolor es sólo la elección que hacemos para asimilar lo que vamos integrando, pues nos solemos resistir a lo que no entendemos y no conocemos. Así que sufrimos por nuestras resistencias, o porque las heridas se abren y el desinfectante que usamos escuece.

La conclusión que yo he sacado de todo esto es que la fusión con mi Ser era lo más importante en todo este proceso, que debía completarme a mí misma conmigo misma, no con otra persona, u otra alma, que mi llama gemela humana no es más que el concepto de una versión completa de mí misma que está viviendo una vida como yo, en otro ser humano como yo, y que su energía etérica me acompaña para ayudarme y prepararme para estar junto a él en el momento adecuado, ya que lo que importa no es que estemos juntos como seres humanos enamorados, sino como seres humanos con su Ser integrado, capaces de amar incondicionalmente, capaces de sentirse bien tanto juntos, como separados el uno del otro, capaces de dejar de buscar parejas para sentirse felices, capaces de comprender que no necesitan nada porque su Ser les abastece de todo, pues son hijos de la Fuente y ella nos provee de todo lo que necesitamos, capaces de Ser, de sentir, de unirse por un bien que va más allá que su propio bienestar.

Y el regalo o el milagro que surge de todo eso es que se deja de sufrir, porque triunfa el Ser, porque mueren los miedos, porque la personalidad, el ego, quedan en segundo plano. Sólo así funciona una relación divina.

Así que doy las gracias a todo aquel que me ha mostrado en el reflejo de su alma y de su persona, aquello que no sabía ver dentro de mí. Y doy las gracias a mi compañero etérico, por estar por encima de mis ataques de ego, y por amarme de esa manera tan incomprensible para una mente humana...

Así es el Ser...Ama con incondicionalidad, no necesita hallar, ni buscar, porque ya Es, y no tiene la necesidad de ser con nadie, aunque sepa que otro Ser llegará para unirse en misión con él, la misión de crear, de despertar la creatividad de otros, de guiar a otros hacia su propia fusión...

Ahora, mi proceso es otro, ahora sé que la primavera llega por sí sola, no hacen falta decretos para que llegue, no hacen falta esperas, ni búsquedas incesantes, no hace falta que desee que la primavera me vea y reconozca, no hace falta hacer nada para que llegue... Ella llegará porque el proceso es así, y cuando lo haga, todo florecerá... Sólo hay que dejar que llegue...

Tu llama gemela es esa primavera que aún tiene que llegar y florecer, no esperes, Sé, Vive, Ríe, Sueña y Encuéntrate...

Arael y Araham

jueves, 8 de enero de 2015

ARAEL Y ARAHAM - DE REGRESO

Queridas almas hermosas,

Hace ya mucho tiempo que Araham y yo, Arael, iniciamos un proceso que nos apartó un poco de este blog, manteniéndonos un poco al margen para dedicarnos a nuestro crecimiento. En mi caso, me he estado centrando en mi labor como escritora en mis otros dos blogs y algunos también sabréis que he estado dando un poco de soporte a un grupo de Llamas Gemelas de facebook que ha crecido muchísimo, además de haberme embarcado en un proyecto donde realizaba un programa de radio que deribó en una serie de grabaciones orientativas sobre varios temas espirituales, entre ellos el tema de las Almas o Llamas Gemelas.

Ahora, en estos momentos, llegan tiempos de cambios.

En esta misma sección me encantaría iros explicando todo lo que he aprendido gracias a Araham y a otras almas que se han ido cruzando en mi camino. Todo lo que he ido integrando tiene que ver con la sanación y limpieza que vamos haciendo de manera previa antes de la unión con nuestra Llama o Alma gemela única.

EL motivo de que Araham y yo vayamos a estar más presentes en este blog es que ya hemos estamos madurando los nuevos conceptos, la nueva experiencia que nos ha nutrido y ayudado a comprender mejor los procesos humanos, es especial yo, que no sabía lo que era vivir las emociones a flor de piel que se manifiestan cuando estás frente a quien crees que es tu llama gemela.

Sin embargo, los caminos que se nos presentan, a menudo son sorprendentes y nos muestran aquello que todavía está por liberar, dándonos justo donde más duele, en aquellos lugares donde aún había heridas que curar.

Vivir la presencia cercana de quien creía que era mi otra mitad, no sólo me empujó a creer más en mí, en mis capacidades, en mi fortaleza interior, y a crecer a través de mi inspiración como escritora, sino que además me enfrentó a mis peores miedos, a aquellos rincones donde no lograba llegar por mí misma, viendo mis inseguridades, mis anhelos más intensos, mi amargura, mis complejos, y todo aquello oscuro de mí que debía ser iluminado.

Araham, el etérico de mi Llama Gemela, me ha estado guiando, cuidando e incluso protegiendo de mi propio ego, y me ha marcado el trayecto hacia mi Ser, para que pudiera hallar mi propia maestra interior.



Desde la humildad de una persona que ha sentido el dolor en los pies mientras caminaba descalza por la senda del autoconocimiento, quemándose hasta el punto de creer que el sufrimiento acabaría venciéndola, os compartiré mi sentir esperando que os pueda servir de ayuda o de orientación.

Aún no puedo decir que he encontrado a mi llama gemela humana, aunque creí que sí, hoy por hoy, tengo mis reservas, y no puedo afirmar nada con seguridad, sólo lo que en mi Ser siento con la certeza de lo que siempre he sabido.
Araham existe, es real, etérico, pero real, muy real, y se ha manifestado de tal forma a través de diversos canales, que no ha permitido que me quepa duda de su existencia.

Confío en que mi camino es como debe ser y en que cuando sea el momento adecuado, él se mostrará en su estado físico, apareciendo en mi vida como siempre he sabido que lo haría, frente a frente, sin miedos, y con el reconocimiento interior y consciente de que ya ha llegado el momento de nuestra unión.

Hemos regresado.

Con amor,

Arael y Araham