Bienvenidos a tod@s. Somos dos personas sencillas a las cuales se nos condujo por un camino hacia nuestro interior, hacia nuestro Ser. En esa conexión nos hallamos frente a nuestros guías, maestros, y la energía de nuestras llamas divinas, a las que también se les otorga el nombre de llamas gemelas, flamas divinas, rayos gemelos, e incluso almas gemelas, según la fuente de donde provenga la información.
Nuestro cometido en este blog es orientar, guiar, ayudar, en la medida de nuestras posibilidades humanas, a aquellos que estén en ese camino interior y en el reencuentro con su otra mitad energética, a través de nuestras experiencias y las informaciones que nuestros guías y maestros nos han ido ofreciendo y todavía siguen haciendo, además de aquello que nuestro Yo superior nos comunica. Nuestras almas gemelas nos apoyan en este proyecto de ayuda con su amor, su sabiduría y su energía canalizada por nosotras y por otros canales. Esperamos este lugar sea un punto de reencuentro con vosotros mismos, un puente hacia vuestra sabiduría y vuestra alma.

Somos Aura, Orel, Cris, Arael y Araham...

jueves, 2 de abril de 2015

AMARME, AMARTE - REFLEXIÓN

Quería compartir algo sobre mi propia experiencia en lo que se refiere a la unión con la llamada "Llama gemela". Algunos de vosotros ya sabéis que yo nunca busqué esa conexión, sino que se dio por sí sola y de manera energética, además desde una edad muy temprana y sin tener ningún conocimiento consciente de lo que estaba sucediendo, ni el por qué de aquella vivencia que me inquietaba.

A lo largo de los años he sabido que el camino hacia uno mismo a veces puede ser muy confuso, pues en la mente nos formamos ideas, basadas en lo que aprendimos, en nuestras creencias, en un afán de intentar comprender lo que nos está sucediendo.
Así que, solemos unir nuestro deseo de amar a nuestro complemento divino en forma física, con la necesidad de tener pareja en la forma tradicional en la que nuestra mente acoge dicho tipo de relación. Así pues, buscamos lo divino pero basado en dogmas, en ataduras insonscientes, sin darnos cuenta de que primero tenemos que desligarnos de todo eso para alcanzar la plenitud dentro de nosotros, para albergar todo lo que somos conscientemente.
No es sencillo desaprender, ser una "Tabula rasa" y permitir que todo el conocimiento y la sabiduría del Ser tomen su lugar para guiarnos por el camino que vinimos a recorrer.

He aprendido que es fácil sufrir cuando caemos en lo que yo llamaría "desvío", es decir, en la opción del dolor, una opción que llega desde el miedo. Y es que a veces, cuando buscamos el amor lo hacemos desde el miedo a no hallarlo, desde el miedo al rechazo, o bien desde el miedo a la soledad.
Todos pasamos por ahí y no es algo que debamos rechazar, ni es algo de lo que debamos avergonzarnos, sólo es una opción que esogemos desde nuestra inconsciencia. Tampoco deceríamos sentirnos mal por usar ese desvío, sólo es un camino que nos lleva también al mismo punto, sin embargo, ¿no es mejor aceptar desde el amor y dejar de sufrir? En realidad tenemos dos opciones, realizar nuestro proceso con dolor, o sin dolor, pero también me he dado cuenta de que a veces no sabemos llegar a la comprensión y al crecimiento si no lo hacemos a través del miedo, si no atravesamos ese miedo como guerreros, luchando, recibiendo golpes para después, sanar nuestras nuevas heridas. Es algo bastante incomprensible que para liberarte de tus ataduras y sanar antiguas heridas, tengas que luchar y volver a lastimarte.

Una vez ya has pasado un tramo de tu camino interior peleando contra tus propias resistencias, llega la rendición, la aceptación, el amor, y todo parece convertirse en un camino más tranquilo. Ya no necesitas la armadura, ahora todo está claro, no hay que protegerse de nada, todo está en ti...

Cuando decía que todo es confuso en este camino hacia nosotros mismos, lo afirmaba porque realmente, nuestro ego, nuestra personalidad, esa que hemos ido forjando de acuerdo con nuestra relación con el entorno, para defendernos de él y para adaptarnos, se escabulle ante lo que nuestro Ser, nuestra sabiduría interior a la que algunos llamarían intuición, nos está gritando para que la oigamos.

Nuestro Ser nos dice que vayamos por un lugar determinado, mientras que nuestro ego nos dice que ya estamos yendo por ese camino, que vamos bien, y nos confunde. 





En el proceso de la llama gemela ocurre algo así. Aparecen personas en tu vida que representan tu ideal de hombre, o de mujer, y te parecen posibles candidatos al maravilloso título de "llama gemela", siempre desde el punto de vista del ego, pero el alma siente. Sin embargo, ¿qué ocurre si tu alma reconoce a la suya y también te atrae físicamente? Pues que tu ego de nuevo tiene todo bajo control. Ahí es cuando tenemos que discernir, saber si la persona que está ante nosotros es un alma gemela (llamada alma afín) o un alma cuya conexión es kármica. Así que la reconoces, te sientes unida o unido a ella y te lanzas porque crees que es tu alma quien te guía. 
Esto no es nada malo, comienzas una relación de pareja, todo es confuso, mucho amor, mucha pasión, pero algo no va bien, y sin embargo continuas en ello, te preguntas si será tu llama gemela, pues todo encaja, pero no acabas de sentir en tu alma esa convicción. Luego la relación se rompe y estás obsesionado/a con esa persona, no puedes dejar de pensar en ella y eso te acaba de convencer, es tu llama gemela, pero no dejas de volver con ella y de romper con ella. Ahí de nuevo el ego te recuerda que muchas veces esto ocurre entre llamas gemelas, pero tu Ser todavía te hace sentir dudas.

He visto a muchas personas atascadas en relaciones de este tipo, sin darse cuenta de que se trata de aprendizajes, de crecimiento, de sanación kármica, o incluso de catalizadores, es decir, personas que aparecen para ayudarte a encontrarte a ti mismo/a y a recordar quién eres. Son pactos entre almas que se aman y que desean ayudarse mutuamente.

Esto sólo ha sido un ejemplo, uno de tantos en los que el ego  nos despista basándose en conexiones de almas, en amores de otras vidas, en atracción física.  En mi propia experiencia he vivido también confusiones, aunque, afortunadamente, no me he visto atrapada durante años en algo que no sabía o no estaba preparada para ver. 

Después de tantos años en este proceso, me he dado cuenta de que lo que verdaderamente importa es estar en conexión conmigo misma, con mi SER, y aprender de mis emociones, para comprender las de los demás, y amar cada situación vivida, porque gracias a ella puedo entender a otros que han vivido momentos parecidos...

Todo aquel que ha estado o está en mi vida, aunque haya sido o sea en la distancia, o de forma muy efímera, ha sido importante. Todo pasa por algo, ahora esa frase no es sólo un dicho, es algo que he comprobado feacientemente. 

Y desde lo más profundo de mí agradezco con todo mi amor a todas las personas que han aparecido en mi vida, todas, incluso las que me han lastimado, las que se han alejado de mí sin motivo, o las que me rechazan, o las que sienten rabia hacia mí, o las que dañé sin querer, o las que sienten por mí indiferencia, o las que me aman sin apenas conocerme...

Y es que en este camino me he dado cuenta de que algunas personas han llegado a amarme, incluso sin que eso se haya expresado, o en la distancia, y también yo he llegado a amar a muchas personas que no he llegado a conocer, pero también hay quiénes no me han comprendido y me han repudiado... Sin embargo, ahora lo entiendo, lo trasciendo y lo acepto, pues sólo así puedo ser libre...

Amar incondicionalmente es recordar quiénes somos, y al hacerlo, descubrir que somos perfectos tal y como somos, que no es necesario rechazar nada de nosotros mismos, sino aceptarnos como somos, ahí es cuando se da la magia, pero la aceptación debe llegar desde el amor...

Cuando te amas de verdad es cuando abres la puerta a que aparezca esa persona a quien amar plenamente, de Ser a Ser, en unión de pareja, y es cuando te das cuenta de que ya no hay juicios, sino comprensión y amor.

No es una fantasía, es un hecho, pero sólo se puede comprobar cuando transitas el camino y conectas con tu Ser, con la fuente y con el todo...

Arael





 

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