Bienvenidos a tod@s. Somos dos personas sencillas a las cuales se nos condujo por un camino hacia nuestro interior, hacia nuestro Ser. En esa conexión nos hallamos frente a nuestros guías, maestros, y la energía de nuestras llamas divinas, a las que también se les otorga el nombre de llamas gemelas, flamas divinas, rayos gemelos, e incluso almas gemelas, según la fuente de donde provenga la información.
Nuestro cometido en este blog es orientar, guiar, ayudar, en la medida de nuestras posibilidades humanas, a aquellos que estén en ese camino interior y en el reencuentro con su otra mitad energética, a través de nuestras experiencias y las informaciones que nuestros guías y maestros nos han ido ofreciendo y todavía siguen haciendo, además de aquello que nuestro Yo superior nos comunica. Nuestras almas gemelas nos apoyan en este proyecto de ayuda con su amor, su sabiduría y su energía canalizada por nosotras y por otros canales. Esperamos este lugar sea un punto de reencuentro con vosotros mismos, un puente hacia vuestra sabiduría y vuestra alma.

Somos Aura, Orel, Cris, Arael y Araham...

miércoles, 11 de marzo de 2015

ALMAS GEMELAS ANCLANDO LA LUZ

El amor es una energía de vibración muy elevada, una energía que llevamos en nosotros, en nuestra Alma encarnada, enfundada en nuestro cuerpo físico.
En esta realidad terrenal que vivimos, las experiencias están enfocadas en la materia, en experimentar el amor a través de las manifestaciones físicas de nuestra esencia, nuestro Ser. 
 
En nuestro interior existe esa chispa divina, que es la que emana el amor, como si fuera un corazón etérico que late y expande su aroma de luz con cada latido. 
 
La cuestión es que en estos momentos, muchos de nosotros, desde hace un tiempo ya, hemos comenzado a depurar toda impureza que no nos permitía sentir el amor en su grandeza, como lo que es, como esa energía sublime que es y existe en nosotros y en conexión con nuestro Yo Superior, y nuestro Espíritu, al que yo llamo Ser Divino, quien a su vez nos conecta a la Fuente de donde procedemos.

Si hablo hoy del amor es porque a veces perdemos de vista su procedencia real y nos centramos en la búsqueda de dicho amor en lo externo.

En este blog, y en muchos otros lugares, hablamos abiertamente de las Llamas Gemelas, complementos divinos, y el ser humano desea tanto sentirse amado, feliz, complacido en los brazos de alguien a quien amar y con quien compartir el camino de la vida, que a veces se olvida de que el amor que está buscando y anhelando se encuentra en su interior.

Si bien es un concepto que no todo el mundo comprende desde su mente, el corazón sabe muy bien lo que significa amarse a uno mismo, pues es esa la gran energía impulsadora, el motor que nos mueve hacia el crecimiento interior.

La llama gemela está en cada uno de nosotros, es nuestro amor, nuestra parte masculina o femenina a la que debemos fusionarnos, pero siempre hablando de energía.

Ahí afuera existe alguien que también tiene que amarse a sí mismo, unirse a su llama interna, y saberse amor, para poder experimentar la unión entre dos seres completos, que se aman verdaderamente a sí mismos y entre ellos.

Parece algo imposible, pero no lo es, y lo primero que tenemos que creer es eso, que es posible, que todo el esfuerzo, sanación, liberación de creencias, karmas, etc, se está haciendo precisamente para alcanzar la pureza interior, ser nuestro Ser en nosotros, manifestado en la tierra, ser el cielo en la tierra, pues sólo así nos relacionaremos entre nosotros como seres divinos, y nuestro amor al otro será cristalino.

La relación de pareja, tal como la conocemos, no es más que una ilusión pasajera, un enamoramiento químico, mental, que nos hace sentir pasión, deseo, deslumbramiento, atracción física...
Sin embargo, también hay amor, pues somos seres hechos de amor, esa energía, y podemos amarlo todo, somos capaces de amar la vida con todo lo que ella es, somos capaces de amar lo que no comprende la mente, somos amor. Así que no sólo podemos enamorarnos, también amamos.

Sin embargo, cuando hablamos de relaciones divinas, ya no hablamos de esa reacción química que se da de cuerpo a cuerpo, de mente a mente, y que se expande como un espejismo misterioso y nos impulsa a desear estar con esa persona desde el apego o la dependencia, o tal vez desde la necesidad de amar y ser amados, cuando hallamos a nuestra pareja sagrada no existe esa reacción física basada en los efectos químicos de nuestro cerebro, ni está basada tampoco en conveniencias de edad, distancias, religiones, afinidades, belleza exterior, situación laboral o económica, etc.

Amar a tu complemento divino es algo irracional, es decir, no proviene de lo mental, es amor de alma, puro, fuerte, consistente, resistente en el tiempo, el mismo amor que debemos procesarnos a nosotros mismos, un amor sin dependencia, sin apego, sin condición.

Cuanto más evolucionado estás en tu amor hacia ti mismo, menos efectos mentales notas cuando conoces a tu Llama gemela. Lo que percibes es todo energético, sensitivo, de origen divino, lo cual también se puede trasladar al cuerpo físico en forma de reacciones impredecibles, incluso sueños extraños, visiones, telepatía, y es que en el pano mental también suceden cosas que nuestra consciencia racional no puede comprender, porque es algo inusual. 



Puedes sentir también que esa persona te atrae mucho cuando el alma siente el impulso de la fusión, te eleva, te hace sentir que estás en otro mundo a su lado, te lleva a sentir una conexión que va más allá de lo humano.

Sin embargo, es fácil confundir a la llama gemela con un alma gemela o un alma muy afín, dado que estamos transformándonos, estamos siendo cada vez más nuestro Ser manifestado en nuestro cuerpo físico.

Llegados a este punto ¿qué podría decir entonces?

Que améis, que acpeteis lo que llegue a vuestra vida como un regalo, ya sea para aprender, ya sea para crecer o comprender, ya sea como relación de pareja, o como amistad, pero vivid las relaciones desde el alma, con amor, con respeto, practicando la incondicionalidad.

No os cuestionéis tanto si esta persona es o no es la llama gemela, fluid con lo que vuestro SER os indique, sentid, y dejad de pensar y analizar tanto.
Las informaciones sobre llamas gemelas están muy bien, sirven para aprender desde el mental, pero no debemos olvidar que todo la sabiduría de tu SER está en ti, y mucha más que puedes canalizar si conectas con todo lo que tú eres en esferas muy elevadas.

Por eso, amigos míos, es importantísimo conectar con nosotros mismos, amarnos, ser conscientes de quiénes somos, reencontrarnos con nosotros mismos, fusionarnos con nuestra llama interna y dejar de buscar allí afuera lo que llevamos dentro de nosotros...

Sólo así nuestra brújula, nuestro poder interior, nos guiarán hacia lo que hemos venido a experimentar, a nuestra misión de vida, a nuestra misión de Alma, y así lograremos ser el SER que somos, y traer el Cielo a la Tierra.

Descarguemos nuestra propia Esencia divina, nuestra Luz, en nuestro ser humano, en la materia, y anclémosla en la Tierra...

Tras ese acto sublime y maravilloso, es cuando se dan verdaderamente las uniones divinas, ya sean llamas gemelas, almas gemelas, almas afines...
 

Eso son las almas gemelas anclando la luz...

Arael Elämä y Araham

martes, 3 de marzo de 2015

SABER QUIÉN ES TU LLAMA GEMELA

Queridos compañeros y compañeras de camino,

hace ya algo más de cuatro años que descubrí quién era el "ser etérico" que me ha estado acompañando durante toda mi vida, para qué había venido, por qué estaba a mi lado. Sin embargo, todo aquello que está oculto en la sabiduría del alma no se nos es revelado de golpe, sino que ocurre de manera progresiva.

Al principio, pensé que era mi alma gemela, pero más tarde descubrí que las almas gemelas son almas pertenecientes a la misma familia de almas y que podía tener varias, muchas. Así que si ese ser no era mi alma gemela, ¿quién era?.

Siempre le había sentido como parte de mí, mi esencia masculina externa, pues todos poseemos ambas energías dentro de nosotros, aunque nuestra esencia básica y primordial sea femenina o masculina en su mayor parte, así como el Ying contiene parte del Yang y viceversa, así son las almas.

Descubrí entonces que él era yo, la otra parte de mi Ser divino, o dicho de una manera más comprensible, mi Ser gemelo, doble, idéntico a mí pero en esencia energética masculina. Siempre he estado guiada por la luz que me ha estado envolviendo y protegiendo, luz manifestada a través de maestros, seres angélicos, o como los queramos llamar, pues la forma en sí de ellos no es importante, sino su esencia divina, y nuestra mente los decodifica según las creencias instauradas en ella. Eso me ha ayudado a mantenerme en un camino hacia mí misma, pues siempre se me instó al autoconocimiento, al descubrimiento de lo humano que hay en mí y también de lo divino.

He estado aprendiendo a través de  la conexión con mi Ser y con mi Ser Gemelo, o Llama Gemela, a quien yo llamo simplemente mi Compañero, y lo que he aprendido ha llegado de la mano de algunos escritos, vídeos, personas que he ido conociendo e informaciones que me han llegado a través de la sabiduría del Alma colectiva, llamémoslo Registros Akáshicos.

Cada Ser divino está en conexión con el Alma encarnada, sin embargo, sólo si nos abrimos a ser quienes somos en realidad, podemos experimentar la fusión con nuestra divinidad, y ésta es la que nos permite alcanzar la sabiduría que necesitamos para comprender el mundo exterior y el interior de cada ser viviente o de cada conciencia. 

Para no extenderme demasiado en este tema sólo diré, además de lo dicho, que es gracias a esta conexión que he podido comprender todo lo que ahora explicaré.

Tras estos cuatro años intensos de sanación, reconexión, entendimiento, liberación de karma y de creencias, reestructuración de ideas y pensamientos, he logrado llegar a la siguiente conclusión.

La gran pregunta ¿cómo saber quién es tu llama gemela?...

Todos los que se adentran en esta búsqueda que parece haberse puesto de moda me preguntan esto de alguna manera u otra. Quieren saber si una determinada persona es su llama gemela o no, confirmarlo.

Bien, sólo puedo hablar desde mi Ser y desde mi experiencia para contestar.

Sólo tu Ser puede saber quién eres tú, por tanto sólo tu Ser puede saber quién es tu otro Yo.



Sin embargo, en este plano terrenal, siendo seres humanos, tu llama gemela puede estar viviendo ajena a sí misma, sin saber quién es y por tanto, si no sabe quién es tampoco puede reconocerte a ti como llama gemela. Si tú la reconoces desde tu Ser sólo puedes honrar ese reconocimiento y amar sin condiciones, sin esperar una unión romántica, pues es muy probable que no sea el momento de algo así, tal vez ni siquiera en esta encarnación se produzca una unión o fusión entre ambas. Las llamas gemelas siempre están unidas, en conexión constante, puedes sentirla esté donde esté, haga lo que haga, te reconozca o no. Y también ella te puede sentir a ti, tal vez a través de sueños, o tal vez sienta una conexión extraña contigo que no sepa identificar, sin embargo, si el amor en su fracción humana y mental no se manifiesta, es porque no está preparado o preparada para la unión divina y aún necesita experimentar el amor terrenal.
Por otro lado, si tú no estás seguro o segura de que sea tu llama gemela, es porque tampoco estás listo o lista para dicha unión, porque cuando uno siente que esa persona es su complemento divino, ni siquiera el Ego o la personalidad puede conseguir convencer al alma de que no es así, aunque siembre dudas basadas sobre todo en el comportamiento del otro.

La llama gemela es tu reflejo completo, así que te mostrará tus aspectos de luz y tus aspectos de sombra, y su cercanía humana te llevará hacia partes de ti que no has descubierto, haciéndote de espejo total, y eso puede impulsarte a crecer muchísimo, a conectar con una increíble creatividad, una gran inspiración, pero también puede llevarte a conectar con aquello que todavía está por sanar, inseguridades, miedos, complejos, dolor...

Hay algunas personas que confunden la conexión entre llamas gemelas con la conexión entre almas gemelas o entre almas cuya función es exclusivamente kármica, lo que se llaman relaciones kármicas.

Te corresponderá a ti discernirlo, experimentándolo, sintiéndolo, y averiguando si esa persona que crees que podría ser tu llama gemela es en realidad una pareja kármica, o un alma gemela que ha llegado para ayudarte y hacerte de catalizador, es decir, prepararte para cuando llegue tu verdadero complemento divino.

He llegado a la conclusión de que sólo podemos soltar para comprender, no amar con apego, sino con libertad, y no esperar nada, pues sólo así nos llega aquello que nos tiene que llegar, de lo contrario, obstaculizamos lo que realmente tiene que llegarnos, pues nos obsesionamos con algo que no es para nosotros, algo que no es lo que creemos o deseamos, en otras palabras, a veces puedes creer que una persona es tu llama gemela y no serlo, y si te empeñas en enfocarte en ella, te descentras de ti mismo/a y tal vez tu verdadera llama gemela te pase desapercibida. 

Si has venido a este mundo en misión con tu llama gemela, si vuestro destino es uniros en fusión a través de una relación divina de pareja para la expansión del amor divino, todo se pondrá a vuestro favor si ambos trabajáis en vuestra fusión con vuestra propia llama gemela interna, o lo que es lo mismo, con vuestro SER.

Es un trabajo en equipo, ambos tenéis que hacer vuestra parte, si uno de los dos se estanca o no despierta a su propio Ser, a su propia consciencia divina, la unión se retrasará o no se podrá dar.

Así que, aceptando esa verdad, esa realidad, es de la única manera en que podremos soltar, desde el amor.

Amar a tu llama gemela no implica unión física, aunque sí energética, de hecho no se trata de una unión tan armoniosa como se espera en el plano terrenal, pues si no están limpios todos los aspectos de sombra en cada una de las llamas gemelas, la unión será muy complicada y dolorosa.

Si deseas una relación romántica puedes tenerla con un alma gemela o un alma afín, y puedes crecer mucho en una relación de este tipo, no se trata de una competición, no es que la unión con tu llama gemela sea mejor que otra unión, pues se trata exclusivamente de evolución, sólo en un nivel de conciencia adecuado se puede dar una unión con tu propio Ser doble, o llama gemela, y eso sólo se da si la unión contigo mismo es una fusión de amor incondicional hacia tu Ser completo, como ser divino y como ser humano.

Por eso, haré siempre hincapié en que te centres en ti, para sanar y extiendas tu amor y tu luz cuando hagas meditaciones y sanaciones energéticas hacia tu familia de almas y hacia tu llama gemela, pero sin esperar que eso le traiga hacia ti, sólo por amor.

Aquello que debas recibir, llegará, ábrete a DAR y ábrete a RECIBIR... cúbrete de la esencia masculina y femenina que hay en ti, sé energía dadora y energía receptora, sé amor, sé un ser completo para alcanzarte.

Únete a ti mismo/a y por ley divina podrás unirte a tu otro SER, a tu llama gemela.

¿Quieres saber quién es tu llama gemela? Averigua primero quién eres tú y no dudarás cuando le tengas delante. Trabaja en reconocer su vibración en ti, tu vibración y la suya son la misma, y cuando esté frente a ti, sabrás quién es.

Con amor...

Arael Elama

 

 


TODO ESTÁ CONECTADO-LLAMAS GEMELAS-FAMILIA DE ALMAS


Os voy a contar una historia, un cuento, una fantasía tal vez, algo en lo que no creo, algo que sé, siento con certeza en mí, algo que muchos ya saben y que muchos otros rechazan, o creen que es una ilusión inocente de algunos que nos creemos iluminados.
No es religión, ni es creencia, es sabiduría del Ser, tal vez transmitida a través de muchas religiones, pero cada uno puede discernir desde su alma o desde su mente...

Lo que voy a expresar aquí es lo que mi Ser me dicta, no lo que mi mente fabrica, aunque debo plasmarlo con palabras y debo usar el intelecto para poderlo explicar coherentemente.

Usaré ejemplos lo más acertados posible, pero todo cuanto explico está contenido en un lenguaje que no alcanza a desarrollar toda la verdad, así que puedo haberme saltado o equivocado en algún paso a la hora de querer traducir la sabiduría colectiva del Ser.

Acceder a esta información grabada en los registros de memoria colectivos no es sencillo, pero cuando lo haces, todavía se hace más difícil intentar plasmar todo cuanto asimilas, integras y comprendes.

Intentaré ser clara y transmitirla de la manera más fiel posible, recordando, sin embargo, que yo no tengo en mis manos toda la verdad, que cada uno es libre de creer lo que transmito o desecharlo, al igual que yo he sido libre de hacerlo antes de escribirlo.

Sin juicio, sin ostentación, os comparto con amor parte de lo que he sido capaz de comprender de la sabiduría del Ser...

Cada Ser tiene un origen común, la Fuente Creadora, el Padre/Madre, Dios/Diosa. Ese origen de luz y de amor del cual provenimos todos contiene en sí mismo la energía masculina y femenina en una comunión constante, una fusión de amor y de placer infinitos, un entrelazado energético que origina una explosión constante que genera vida en todo momento.

Es evidente pensar entonces en la divinidad como algo completo, perfecto, una luz cristalina que se expande cada vez más y más, manifestándose en todas las realidades como fractales de sí misma, incluyéndonos a nosotros los humanos. Dentro de cada uno de nosotros se haya una parte de esa divinidad.
En el momento en que una gota de luz se derrama de la Fuente, lleva consigo el masculino y el femenino en esa unicón perfecta en constante éxtasis. Sin embargo, ambas energías se separan para experimentarse de otras formas. Así surgen en algunos casos las familias de almas, a partir de cada una de las partes separadas. 
 
En el nacimiento de esa gota de luz, hallamos un ser divino doble, dos gemelos unidos en una esfera que los mantiene en fusión. Cada gemelo es un ser completo que lleva en sí mismo una parte del otro, así como la Fuente divina se manifiesta en su presencia total.
En el momento de la separación se convierten en dos energías polarizadas y la fusión deja de ser completa. Cientos de filamentos de luz les unirán para siempre, sin embargo, ambos experimentarán como seres individuales.

Esto es lo que llamamos gemelos cósmicos, complementos divinos, rayos gemelos, llamas gemelas.
Como inciso haré hincapié en la sagrada unión de estas dos partes, y en la importancia de la sexualidad sagrada cuando ambas están encarnadas, pues las llamas gemelas, cuando han conectado con su Ser divino, son capaces de manifestar en una unión sexual más allá del plano físico, lo que llamaríamos fusión del aspecto masculino y femenino, y por consiguiente, experimentan el éxtasis total, la unión/fusión energética y física.
En muchas religiones la sexualidad ha quedado relegada al ámbito del pecado y de la oscuridad, quedando así ocultos los beneficios de la unión equilibrada de la energía masculina y la femenina, y perdiéndose así una gran sabiduría vinculada a lo más sagrado y puro, la energía de la kundalini, la sexualidad como energía que nos conecta con nuestra divinidad. Más tarde, en un intento de liberación sexual, se comenzó a usar el sexo exclusivamente como placer corporal en una búsqueda inconsciente de esa sabiduría. La sexualidad, ya sea entre llamas gemelas, a través de las cuales se alcanzaría la totalidad de fusión energética y conexión con la Fuente, ya sea entre almas afines o almas gemelas, es un acto de responsabilidad, un acto sagrado, que debe tomarse como algo que nos impulsa hacia nosotros mismos, hacia nuestra divinidad interior, y que va más allá de la satisfacción de los instintos que como animales todavía están impresos en nuestra genética.

Siguiendo con el momento de la separación de las dos energías llama, lo que ocurre es que, en ese instante, estas energías comienzan su aventura. Toda su sabiduría se contraerá en sí mismos y se permitirán extenderla a través de experiencias en diversas realidades. En ocasiones la experiencia podrá ser conjunta en los planos de conciencia más elevados y cercanos a la Fuente, así, su unión todavía será muy palpable entre ellos, no sentirán separación, sino compenetración, unión, tal vez no fusión constante, pero sí podrán acceder a ella siempre que lo deseen.

En el instante en que deciden encarnar en un planeta de tercera dimensión, todo cambia.
Toda esa energía no puede ser integrada en un cuerpo físico humano, así que tienen que ceder parte de esa energía, lo que llamamos Alma.
En algunos casos, deciden ceder una parte nada más, en otros deciden ceder más de una a diferentes seres humanos. Para llegar a eso lo que hacen es muy parecido al proceso de mitosis de nuestras células. Ceden una parte de sí mismos, crean al Yo Superior. Así habrá dos partes, una que proviene de la energía femenina, otra de la masculina. Cada Yo superior será el encargado de supervisar y guiar a las Almas encarnadas que provengan de los Seres originales. Asi, el Yo Superior de cada uno, crea otro ser a partir de sí mismo, y éste comienza a dividirse, cada parte o gota de sí misma, se va dividiento a su vez de dos en dos, como un racimo de uvas invertido. El Yo superior quedará siempre en comunicación con todos sus fragmentos, y el Ser divino que lo creó en contacto con él y con la Fuente creadora.
Así se crean las familias de Almas.
Una vez que estas encarnan, podemos decir que son Almas gemelas, pero no todas estarán en la misma línea temporal, ni en la misma realidad.
Estas experimentarán el amor manifestado de diversas formas desde la existencia humana, aunque también experimentarán odio, rabia, dolor...emociones que como Seres elevados no conocen.

Así el Yo Superior guía y se experimenta a través de las vivencias de sus propios fragmentos de sí mismo, siendo el Yo superior de un grupo de almas.
Así, cada familia de almas tiene un yo superior común y otro individual. El individual es una parte de sí mismo que está en los planos internos del planeta, a modo de guía de ese ser humano en cuestión.

Todas estas partes de un mismo Ser están en conexión siempre.

Pero la energía del planeta también es una parte de la Fuente Divina, otra gota de ella que decidió experimentar ser un planeta, y funciona de la misma manera que en los seres humanos. El océano tiene su Alma o conciencia, el viento, los bosques, las selvas, los continentes, las islas, el sol, cada planeta, cadas sistema solar, todo tiene Alma, todo es parte de la Fuente, los animales, las plantas...

Y por esa razón, todos formamos parte de una gran familia en conexión constante. Algunos sentiremos más unión con el Mar, como es mi caso, con los cetáceos, y otros con los bosques y montañas, otros con una comunidad en especial, como los Mayas, o los Incas, pues todos tenemos una memoria álmica familiar.

Esto es como tener una familia compuesta por padres y hermanos, los más cercanos energéticamente a ti, y luego tenemos a los abuelos, tíos y primos, que quedan más alejados pero que están ligados a nosotros.

Eso sin olvidar que en nuestra memoria genética está toda la información de quiénes somos como seres humanos.

Somos Almas encarnadas, conectadas a un Yo superior, a un Ser superior y a un Ser divino, que a su vez está conectado a la Fuente creadora.

Sin embargo, existen Almas que provienen de otras realidades, que no están encarnadas aquí reencarnando una y otra vez.
Son Almas que vinieron directamente de la Fuente o de su Ser primigenio, el cual no creó un Yo superior, sino que envió directamente a la Tierra una parte de sí misma en una o varias líneas temporales, sin hacer esas divisiones, sin crear familias álmicas en la Tierra.

Esos Seres suelen haber habitado en otros planetas en estado etéreo, y sus realidades están basadas en el amor incondicional.

Así que su estancia aquí en estos momentos ha sido muy difícil de asimilar.

Todos ellos, Almas que están en la Tierra desde hace millones de años y Almas nuevas, están en este momento bajo un mismo propósito, ayudar al planeta en su evolución y a la humanidad para acompañarla en ese salto cuántico evolutivo hacia el amor.

Todo está conectado... Cuando empezamos a ser amor de verdad, a amarnos incondicionalmente como seres divinos, y empezamos a ver en el otro lo que somos nosotros, dejamos de odiar, envidiar, o desear hacerle daño... Sólo deseamos amarlo...

Amate...ámame...ama al prójimo como a ti mismo...

Azul Zafiro...
Arael Elama