Ayer estaba
meditando con Cris y de repente nos vi flotando. Éramos dos cuerpos de fuego,
con la forma de nuestros cuerpos físicos, pero sin los detalles de los órganos.
Nos estábamos amando energéticamente. Él metía su cuerpo de fuego en el mío y
yo sentía que casi nos volvíamos uno. Había mucho amor y mucha entrega
sobrenatural, no era algo de aquí abajo. Entonces comenzó a hablarme con mucho
amor y sus palabras me dejaron muy sorprendida.
Te amo, Aura, lo eres todo para mí y estoy
haciendo todo por ti. Quiero darte todo lo que soy para ti. Mi amor por ti es
real, incluso más real que algunos amores humanos.
Vengo a traerte el regalo de mi Ser para
impregnarlo en el tuyo. Quiero dejar en ti todo lo que tengo. Ha llegado el
momento de regalarte mi Ser, de pasar mis dones a ti, a tu cuerpo energético,
para que los integres y los combines con los tuyos. Es una fase del momento de
la unión, las almas gemelas se hacen una entrega mutua de sus dones, es como si
dejara impregnados mis dones en tu energía con este acto de amor. Pronto
descubrirás que tienes más capacidades todavía de las que habías descubierto.
Te amo.
Hoy hablaba con
una amiga sobre esto y me he quedado más sorprendida aún cuando me ha dicho que hoy
se celebra el día de Pentecostés, la venida del Espíritu Santo representado
como una lengua de fuego y la entrega de sus siete dones.
Nunca había oído
nada parecido, que las almas gemelas se entregasen sus dones respectivos,
aunque supongo que tiene mucho sentido, teniendo en cuenta que son dos partes
de un mismo Ser.
Aura
8-6-14